Letanías de la familia orionita II

 

Letanías de la familia orionita II

(Nos invitan a orar por la familia orionita

y por su inculturación en los diversos pueblos

de la tierra)

-Señor, ten piedad.

-Señor, ten piedad.

-Cristo, ten piedad.

-Cristo, ten piedad.

-Señor, ten piedad.

-Señor, ten piedad.

-Cristo, óyenos.

-Cristo, óyenos.

-Cristo, escúchanos.
-Cristo, escúchanos.

-Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros

-Dios Hijo Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Trinidad Santa, un solo Dios,

-“Santa María Madre de Dios”, ruega por nosotros

-“Madre de la Divina Providencia”

-“Madre de Jesucristo”

-“Misericordiosísima Madre nuestra”

-Esposa de San Jose

-Madre de la Iglesia

-Madre de los desamparados

-Madre de las vocaciones

-Virgen de manto azul

-“Celeste fundadora de la Pequeña Obra de la Divina Providencia”

-“Madre de la Pequeña Obra”

-“María inmaculada, celestial patrona de esta casa”

-“Guardiana celestial de la Iglesia de Jesus”

-“Guardiana de los pobres del Pequeño Cottolengo”

-Nuestra Señora de Chestokowa

-Nuestra Señora de la Guardia

-Nuestra Señora de Fátima

-Nuestra Señora de la Anunciación

-Nuestra Señora de África

-Nuestra Señora del Pilar

-Nuestra Señora del Carmen

-Nuestra Señora de la Buena Salud

-Nuestra Señora del Rosario

-Nuestra Señora de Guadalupe

-Nuestra Señora de Aparecida

-Nuestra Señora de la Esperanza

-Nuestra Señora de la Asunción

-María Inmaculada Concepción

-María Reina de Madagascar

-Nuestra Señora de Lujan

-Nuestra Señora de Itatí

-Nuestra Señora del Carmen

(Se puede agregar la advocación patrona de la comunidad)

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.

Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.

Oremos: “Te suplicamos, Señor, que, celebrando nosotros hoy las virtudes de Tu gloriosa Madre y siempre Virgen María, nos socorra su augusta intercesión para que, iluminados por su rostro, caminemos por la senda de la humildad, de la pureza y de la caridad”. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.