martes, 2 de abril de 2024

Madre del Buen Consejo

 



26 de abril

Memoria de la Madre del Buen Consejo


Fundamento teológico


Bajo el título de Madre del Buen Consejo los fieles cristianos en todo el mundo invocan a la Virgen María al rezar la Letanía lauretana, pues esta advocación fue introducida por el Papa León XIII en esta letanía en 1903.

María es “madre del buen consejo” por ser madre de aquél que fue anunciado por el profeta Isaías como “Maravilla de Consejero” (Is 9, 5); porque fue guiada y protegida por el “Espíritu de consejo”, y porque “se adhirió íntimamente al designio divino de recapitular todas las cosas en Cristo” Dios la llenó “con la plenitud de los dones del Espíritu Santo”, entre los cuales destaca el “espíritu de sabiduría”. María es celebrada como Madre y Maestra, enriquecida con el don de consejo. Por intercesión de María el cristiano alcanza el “don de consejo” que otorga el Espíritu del Señor, “para que nos haga conocer lo que le es grato y nos guíe en nuestras tareas”

El gran consejo de María, la razón por la que el pueblo cristiano confía en su maternidad y magisterio, es por su función de mediadora en las bodas de Caná y el consejo directo, salvífico, que dirige a los servidores del banquete: “Hagan lo que ÉL les diga” (Jn 2,5). Este consejo de María se expande en el tiempo y alcanza al corazón de sus hijos, de la Iglesia entera, como camino de salud y salvación.



Historia de la advocación de Nuestra Señora, Madre del Buen Consejo


El origen de esta devoción responde a una piadosa tradición, común a las tierras de la región del Lazio, en Italia, y a las gentes de Scútari, en Albania. En ésta se daba culto, desde el siglo XIII, a una imagen de la Virgen, pequeña pintura al fresco sobre una delgada capa de estuco, de 42 cms. de largo por 31 cms. de ancho. Se desconoce autor y fecha de ejecución. Según la tradición esta imagen de la Virgen fue trasladada prodigiosamente por unos ángeles desde la ciudad de Scútari hasta la pequeña ciudad de Genazzano, a unos 40 kilómetros de Roma, el 25 de abril de 1467. El hecho portentoso aconteció en unos de los muros en reconstrucción de una pequeña iglesia, dedicada a la Virgen, que estaba al cuidado de los agustinos desde mediados del siglo XIV. Muchos fueron los testigos de este hecho, que pronto llegó a oídos del Papa Paulo II (1464-1471).

Pero la mayor evidencia era la falta de apoyo o equilibrio que presenta aún hoy la imagen, salvo la parte inferior que hace contacto con la cornisa que sobresale del muro de la capilla, circunstancia que fue comprobada por los comisionados, pasando un hilo delgado alrededor y por detrás de la imagen.

La crítica moderna prefiere atribuirla a obras de restauración en el interior del templo. Es posible que realizando obras de restauración saliera a la luz el fresco en cuestión, que presentara un abombamiento del cuerpo de estuco, lo que explicaría el hecho de estar separado del muro y sostenerse en el débil apoyo de la base. Todo es posible… Pero lo cierto es que Genazzano y el santuario de la Virgen albanesa se fue convirtiendo en centro de peregrinación, llegando a ser uno de los santuarios más famosos de la Italia central.

Por todo el orbe agustiniano, a partir del siglo XV, se expande con extraordinario acento la devoción a la Madre del Buen Consejo, gracias a la acción pastoral de los hijos de Agustín de Hipona. Durante la Segunda Guerra Mundial Genazzano sufrió el bombardeo de las fuerzas alemanas, como otras poblaciones alemanas. La basílica del Buen Consejo fue destruida al explotar en su interior una bomba, destrozando la cubierta, el altar mayor y todas las imágenes y frescos del interior. Pero la imagen de la Santísima Virgen se conservó intacta, sin la menor alteración, hecho que se consideró portentoso.

Han sido muchos los santos que han profesado tierna devoción a la Virgen María, bajo este bello título de Madre del Buen Consejo, sobresaliendo San Alfonso María de Ligorio, que fue peregrino de Genezzano en 1746, tenía una imagen en su habitación y la invocaba con frecuencia; San Pablo de la Cruz, San Juan Bosco, San Luis Orione y la Beata M. Teresa de Calcuta, entre otros, como consta en los archivos y el museo del Santuario.1



Don Orione nos cuenta sobre la Virgen del Buen Consejo


En las Buenas noches del 25 de abril de 1934 Don Orione se refiere a la Madre del Buen Consejo:

“Mañana es la fiesta de la Virgen del Buen Consejo, que es de manera particular venerado en Genazzano, no muy lejos de Roma. El Señor me dio el consuelo de ir varias veces a Genazzano y allí experimenté un consuelo espiritual muy dulce, lloré y todavía recuerdo esas lágrimas llenas de un amor que no es terrenal. Pero aunque no he tenido el consuelo de tocar esa pared en la que está pintada la Santísima Virgen, Nuestra Señora del Buen Consejo, porque aquellas religiosas ahora le han puesto un cristal delante, de los votos, de los corazones de plata, que no se pueden tocar, sin embargo estuve feliz.

Cuando era clérigo tuve como profesor de teología a un venerable canónigo, que había enseñado durante muchos años, muy piadoso y culto, muy devoto de la Virgen del Buen Consejo, de la cual tenía un cuadro en la escuela de teología y en el seminario de Tortona difundió su devoción en todas las parroquias de la diócesis, arraigándola en sus estudiantes. ¡Y escribió mucho sobre la Virgen! Quería que todos los años se celebrara con devoción en la catedral la solemnidad del Buen Consejo.

Contó que la imagen había llegado desde Albania. Todos ustedes conocen la historia de ese aparición extraordinaria [lo cuenta brevemente]. Entonces, cuando me paré frente a esa imagen en Genazzano y vi esos cristales, quería darles un puñetazo, para poder tocar la imagen. Yo queria ver como la imagen estaba separada de la pared de tal manera que se puede pasar una soga entre la imagen y la pared sin que toque nada. También puedes ver, según los libros, que la corona se desprende de la imagen y solo se sostiene desde arriba. Entonces quería ver si todo esto era cierto. Pero no tuve coraje para romper los cristales, porque creí y sentí una certeza, así que no pude evitar creer” 2.

“ Saben que creo en muy poco [risas], pero luego no pude evitar creer. Y me sentí reconfortado y lloré las lágrimas más dulces de mi vida. Cuando yo todavía era un clérigo de la edad de ustedes, fui frente a la imagen del Buen Consejo en la catedral donde reuní a los primeros muchachos para formar el Oratorio. Realmente no era la imagen que hay ahora, pero fue la que encontré en Canale y está ahí porque aún no lo he robado... [risas]. Para hacer esto les dejo la tarea... [risas], róbenla, ¡entienden! – no significa quitárselo [risas], sino quizás reemplazarla por uno más bonito... Es sólo tener un recuerdo del primer Oratorio. Mañana, para recordar los primeros tiempos de la Congregación, cuando reuní a los niños frente a esa imagen de la Virgen del Buen Consejo, también irán ustedes a participar de la Santa Misa en la catedral y yo iré a celebrarla; y, si, cuando lleguemos aún no esta abierta, recorreremos la catedral recitando piadosamente nuestras oraciones. Luego entraremos para la Santa Misa como creo que se ha hecho en años anteriores y cómo me gustaría que se hiciera siempre incluso cuando ya no esté aquí. Claro, cuando ya no esté yo y ustedes hallan crecido y algunos de ustedes estén aquí en Tortona para gestionar las casas que hay aquí y los que estarán aquí a medida que nuestra Congregación se vaya ampliando” 3



Breve cronología: Don Orione y la Virgen del Buen Consejo


-1892: Durante el mes de mayo, en torno a la Virgen del Buen Consejo de la Catedral de Tortona, Don Orione reúne a los primeros jóvenes que darán origen al Oratorio Festivo.

-1903: Una invocación de Don Orione a la Virgen del Buen Consejo por un aspirante: “Oh feliz aquel corazón que renuncia a toda la vanidad del mundo y a todas las cosas por Jesucristo crucificado. Que nuestro Señor y la Virgen Santísima, Madre del Buen Consejo, te asista siempre y te de la gracia de perseverar hasta el fin en su santo servicio. Amén”.

-1905: Al inicio del año escolar, Don Orione pone alrededor del cuadro de la Virgen del Buen Consejo, donado por Mons Novello y que luego fue llevado a San Remo, billetes de mil, para agradecer a la Providencia y desarmar los comentarios maliciosos del clero. Aunque las deudas siguieron existiendo, la idea de la ruina por quiebra se disiparon.

-1925: El 26 de abril, se bendice la piedra fundamental del nuevo colegio de Victoria dedicado a San José.

-1928: el 26 de abril, comienzan las obras de construcción del Santuario de N S de la Guardia en Tortona.



Misa de la Madre del Buen Consejo


Antífona de entrada Cf. 2 Co 1, 3

¡Bendito sea Dios, Padre de misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas.


Oración colecta

Oh, Dios, que, por medio de santa María, enviaste a tu pueblo el Consuelo, que es Jesucristo, nuestro Señor; concédenos, por intercesión de la Virgen, estar llenos de todo consuelo para que podamos consolar a nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.


Oración sobre las ofrendas

Recibe, Padre santo, la ofrenda de nuestra pobreza, que te presentamos con alegría en esta memoria de la santísima Virgen, y haz que nuestra incorporación al sacrificio de Cristo sea para nosotros fuente de consuelo temporal y de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio

V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.

R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R. Es justo y necesario.


En verdad es justo y necesario

darte gracias

y ofrecerte un himno de bendición y alabanza,

Dios todopoderoso y eterno,

por Cristo, Señor nuestro.

El cual, para ser consuelo del mundo,

fue concebido con gozo por la siempre Virgen María,

que lo engendró en sus entrañas purísimas.

Ella, junto a la cruz del Hijo,

después de soportar acerbísimos dolores,

fue consolada por ti

con la esperanza de la resurrección.

Estando en oración con los apóstoles,

pidió ardientemente y esperó confiada

el Espíritu del consuelo y de la paz.

Y ahora, elevada al cielo,

consuela con amor de madre

a todos los que la invocan con fe,

hasta que amanezca el día glorioso del Señor.

Por eso,

con los ángeles y los santos

cantamos tu gloria diciendo:

Santo, Santo, Santo.



Antífona de Comunión Cf. Sal. 86, 3. 7

Se han dicho cosas maravillosas de ti, María. Danzando, cantarán: "Todas mis fuentes están en ti".



Oración después de la comunión

Fortalecidos por la participación en los sacramentos pascuales, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado la memoria de la Madre de tu Hijo, demos muerte cada día en nosotros al pecado y, apoyados en la esperanza que no defrauda, manifestemos el mensaje de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.




Liturgia de la Palabra



Lectura del Profeta Isaías 9, 1-6


1 El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz: sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. 2 Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. 3 Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. 4 Porque todas las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego. 5 Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz». 6 Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.


Palabra de Dios



Salmo responsorial SALMO 1


Feliz el hombre que medita la ley del Señor


1 ¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados,

ni se detiene en el camino de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los impíos,

2 sino que se complace en la ley del Señor

y la medita de día y de noche!


3 El es como un árbol plantado al borde de las aguas,

que produce fruto a su debido tiempo,

y cuyas hojas nunca se marchitan:

todo lo que haga le saldrá bien.


4 No sucede así con los malvados:

ellos son como paja que se lleva el viento.

5 Por eso, no triunfarán los malvados en el juicio,

ni los pecadores en la asamblea de los justos;

6 porque el Señor cuida el camino de los justos,

pero el camino de los malvados termina mal.



Aleluya

Hagan todo lo que él les diga



Evangelio

+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 2,1-11


1 Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. 2 Jesús también fue invitado con sus discípulos. 3 Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». 4 Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». 5 Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga». 6 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. 7 Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde. 8 «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete». Así lo hicieron. 9 El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su o rigen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo 10 y les dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento». 11 Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.


Palabra del Señor.








1Cfr. BENÍTEZ SÁNCHEZ, Advocaciones marianas en la Orden de San Agustín en Advocaciones marianas en la orden de San Agustín. - Dialnet (unirioja.es)

2 Parola, [Vol. VI, p. 98]

3 Parola, [Vol. VI, p. 99].


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